Las entidades de la Coordinadora tienen que utilizar el código ético para distinguir las buenas prácticas de las que no funcionan, y definir unos indicadores de efectividad y democracia, que estén más relacionados con valores que no con cuestiones numéricas o cifras. Las entidades, además, proponen dedicar un monográfico a la posible incidencia de las entidades de la Coordinadora para contrarrestar la manipulación informativa que llevan a término algunos medios de comunicación. Estas son algunas de las conclusiones recogidas el sábado en la Jornada Anual.
La intervención de Begoña Román, profesora de Filosofía a la UB y miembro de la Comisión de Seguimiento del Código Ético de la Federación Catalana d’ONGD (FCONGD), sirvió para reflexionar en torno la necesidad de llevar a término una práctica transparente, que sea coherente con los principios recogidos en el Código Ético de la Coordinadora y que fomente la confianza de la ciudadanía y las administraciones. Para Román, la confianza que depositan unos y otros en la tarea de las ONG implica la asunción de una gran responsabilidad. Por eso hace falta hacer más autocrítica y ser menos autocomplacentes. Hace falta evaluar la tarea de las ONG y corregir aquello que no funcione. En la Jornada Anual, también se remarcó que el código ético debe servir como hoja de ruta, para gestionar los errores y las posibles contradicciones.
Rita Huybens, de la misma comisión de la FCONGD, mostró a los asistentes algunos ejemplos de malas prácticas para intentar captar más socios mediante la publicidad. Ya en la segunda parte, el venezolano Alejandro Escarrà, experto en Derecho Constitucional y Derechos Humanos, hizo una ponencia de carácter informativo sobre la Alternativa Bolivariana de las Amèricas (ALBA), un proyecto cubano y venezolano, al que se han sumado Nicaragua y Bolivia y otros países latinoamericanos, para hacer frente al Área de Libre Comercío de las Amèricas (ALCA). Mientras que el segundo es un gran mercado regido por los principios neoliberales, el ALBA está fundamentada en la cooperación, la solidaridad, el desarrollo social y la defensa de las soberanías.
La jornada contó con la exposición de tres buenas prácticas desarrolladas por entidades de la Coordinadora: un proyecto de telemedicina de Desós, uno proyecto de AEPFCA sobre salud y alfabetización en la zona nicaragüense del Atlántico Norte, afectada por el huracán Fèlix, y, finalmente, un proyecto de codesarrollo en Gambia de Llagostera Solidaria. Finalmente, las entidades trabajaron tres ejes claves: la manipulación informativa, las buenas prácticas y el código ético.
La intervención de Begoña Román, profesora de Filosofía a la UB y miembro de la Comisión de Seguimiento del Código Ético de la Federación Catalana d’ONGD (FCONGD), sirvió para reflexionar en torno la necesidad de llevar a término una práctica transparente, que sea coherente con los principios recogidos en el Código Ético de la Coordinadora y que fomente la confianza de la ciudadanía y las administraciones. Para Román, la confianza que depositan unos y otros en la tarea de las ONG implica la asunción de una gran responsabilidad. Por eso hace falta hacer más autocrítica y ser menos autocomplacentes. Hace falta evaluar la tarea de las ONG y corregir aquello que no funcione. En la Jornada Anual, también se remarcó que el código ético debe servir como hoja de ruta, para gestionar los errores y las posibles contradicciones.
Rita Huybens, de la misma comisión de la FCONGD, mostró a los asistentes algunos ejemplos de malas prácticas para intentar captar más socios mediante la publicidad. Ya en la segunda parte, el venezolano Alejandro Escarrà, experto en Derecho Constitucional y Derechos Humanos, hizo una ponencia de carácter informativo sobre la Alternativa Bolivariana de las Amèricas (ALBA), un proyecto cubano y venezolano, al que se han sumado Nicaragua y Bolivia y otros países latinoamericanos, para hacer frente al Área de Libre Comercío de las Amèricas (ALCA). Mientras que el segundo es un gran mercado regido por los principios neoliberales, el ALBA está fundamentada en la cooperación, la solidaridad, el desarrollo social y la defensa de las soberanías.
La jornada contó con la exposición de tres buenas prácticas desarrolladas por entidades de la Coordinadora: un proyecto de telemedicina de Desós, uno proyecto de AEPFCA sobre salud y alfabetización en la zona nicaragüense del Atlántico Norte, afectada por el huracán Fèlix, y, finalmente, un proyecto de codesarrollo en Gambia de Llagostera Solidaria. Finalmente, las entidades trabajaron tres ejes claves: la manipulación informativa, las buenas prácticas y el código ético.